31/10/07

Almacenando El Hidrógeno


Imagínate una ciudad sin ruido de motores ni contaminación. Nos parece imposible: un atrevimiento más de la ciencia ficción. ¡Pero este sueño podría ser realidad gracias al hidrógeno!

El hidrógeno es considerado como el posible combustible del futuro. Se le comienza a utilizar ya en las pilas de combustible experimentales que mueven automóviles eléctricos o dan emergía a dispositivos electrónicos portátiles tales como computadoras y teléfonos celulares.

Pero el problema del almacenamiento del hidrógeno se atraviesa en el camino de este sueño como una dificultad mayor.

Almacenar hidrógeno de manera segura para automóviles y dispositivos móviles en general, resulta especialmente problemático. El hidrógeno gaseoso presurizado debe almacenarse en tanques de gruesas paredes que ocupan mucho más espacio que su equivalente energético en gasolina.

Durante un buen tiempo los investigadores del área han buscado materiales que actúen como esponjas que absorban el hidrógeno y lo mantengan de manera segura hasta que se requiera para su uso; pero no se han hallado hasta ahora materiales con la necesaria capacidad de almacenamiento a las temperaturas y presiones convenientes.

Recientemente investigadores de las universidades inglesas de Newcastle y Liverpool han propuesto lo que puede ser una solución del problema a nivel molecular: una nanoesponja de hidrógeno.

Se trata de materiales compuestos de largas cadenas de carbono unidas por átomos metálicos, que cuando cristalizan forman cavidades de dimensiones inferiores a un nanómetro, es decir, a una milmillonésima de metro o 10 Ángstrom -- la dimensión típica de los diámetros atómicos. Las cavidades están conectadas por ventanas más pequeñas aun, de dimensiones inferiores a las de una molécula de hidrógeno.

Durante el llenado, el hidrógeno puede pasar a través de las ventanas, gracias a la flexibilidad de las cadenas; pero una vez llenas las cavidades, las cadenas pierden flexibilidad por lo que fuerzan el cierre de las ventanas.

Como resultado, el material puede ser cargado con hidrógeno a alta presión y mantiene el gas cuando la presión cae a niveles normales, con lo cual de hecho actúa como un sello de presión de dimensiones moleculares.

Aunque los materiales hallados por los investigadores de Newcastle y Liverpool no almacenan suficiente hidrógeno como para ser utilizables en aplicaciones prácticas y sólo funcionan a temperaturas muy por debajo de la ambiente, el hallazgo abre la vía a un prometedor nuevo enfoque del problema de almacenamiento seguro y eficiente de hidrógeno.

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