4/11/07

El Humo Sólido


Parece un sueño: de apariencia delicada, nubosa, casi etérea. Ligero como el aire, translúcido y de un fantasmal color azul tenue. Recuerda un holograma.

Se trata del aerogel, familiarmente denominado humo sólido o humo azul, un material sólido con propiedades fascinantes, de consistencia similar a una espuma, cuya composición puede llegar a ser hasta en un 98% aire. De hecho, es el material sólido más liviano que se conoce, con una densidad apenas tres veces superior a la del aire.

No obstante su frágil aspecto, es un material sumamente fuerte: es capaz de soportar más de 1000 veces su peso sin deformarse. Posee además excepcionales propiedades aislantes tanto térmicas, como eléctricas y acústicas. Por ejemplo, para igualar las propiedades aislantes de una ventana de aerogel de un determinado espesor, habría que utilizar una de vidrio diez veces más gruesa. Así mismo, puede resistir la llama de un soplete sin quemarse o derretirse

Estas propiedades llevaron a su uso en misiones espaciales. Lo utilizaron para proteger de las altas temperaturas al vehículo Mars Rover que recorrió Marte. Y en la misión Stardust, se utilizó para recoger muestras de polvo interestelar y de cometas, por medio de una gran pantalla de aerogel, que permitió disminuir las altas velocidades de las partículas sin causarles alteraciones físicas.

El aerogel posee también una micro porosidad extrema. Su estructura la forman partículas de unos pocos nanómetros de tamaño, vinculados en una forma dendrítica altamente porosa. Esto lo hace un poderoso desecante que absorbe rápidamente cualquier humedad que contacte.

El aerogel es fabricado usualmente, como el vidrio ordinario, a partir de dióxido de silicio, por lo que posee una estructura química similar a la del vidrio, solo que es unas mil veces menos denso que éste. Hay también aerogeles hechos con alúmina, circonio, óxido de cromo, estaño y carbono.

Para su elaboración, un gel húmedo, constituido por una red tridimensional de partículas de óxido y un solvente que llena el espacio restante, se seca a altas temperatura y presión.

Aunque conocido desde 1931, la alta peligrosidad del método de preparación original retardó la utilización del aerogel hasta hace relativamente poco.

No deja de ser curioso que este vertiginoso despliegue de aplicaciones técnicas y científicas haya comenzado con una amistosa apuesta entre los profesores californianos Kistler y Learned, sobre la posibilidad de reemplazar por gas, sin disminuir el volumen del material, el líquido que contiene un tarro de mermelada.

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