4/11/07

Gracias A La Gravedad


Hay muchísimas razones para que nos sintamos agradecidos con la fuerza de gravedad. A pesar de que es una fuerza formidablemente más débil que las fuerzas nucleares y que las fuerzas eléctricas, ella, la gravedad, gobierna al mundo físico macroscópico y por eso le debemos estar agradecidos.

La gravedad que ejerce la Tierra nos obliga a permanecer sobre su superficie, y no flotando en el espacio con una sensación continua de estar cayendo como la que sienten los astronautas.

Gracias a esta misma fuerza nuestro planeta disfruta de una atmósfera que nos permite respirar y además se encarga de filtrar algunas radiaciones dañinas emitidas por el sol.

Gracias a la fuerza de gravedad la Tierra permanece orbitando al sol a una distancia prudencial, manteniendo unas temperaturas amables, en lugar de vagar libremente por el espacio.

Además, el Sol brilla porque en su interior ocurren reacciones nucleares gracias a que la gravedad lo comprime tanto contra sí mismo que ocasiona altísimas presiones y temperaturas. De la misma manera las estrellas del universo brillan gracias a que la gravedad genera reacciones nucleares en sus centros.

Por si fuera poco, el propio material del que estamos hechos, los átomos pesados como carbono, oxígeno y nitrógeno son un desecho de estas reacciones nucleares, que quedan dispersas en el medio interestelar luego del estallido de supernovas, gracias a la gravedad. Y de nuevo, gracias a la gravedad, estos materiales se atraen entre sí, se juntan en nuevas estrellas y nuevos planetas que, como la Tierra, tienen átomos pesados apropiados para la aparición de la vida.

Pero además, la propia existencia de las estrellas y de las gigantescas agrupaciones de estrellas que llamamos galaxias, se debe a la gravedad: Hubo una época en la que no había estrellas ni galaxias y el universo era muy homogéneo. A partir de pequeñísimas grumosidades, la gravedad se encargó de producir condensaciones cada vez más densas hasta que las altas temperaturas dispararon las reacciones nucleares originando las primeras estrellas. Esto ocurrió unos 200 millones de años después del big bang.

La expansión del universo está controlada por la fuerza de la gravedad y hasta el propio big bang fue un evento gobernado por la gravedad.

Es un mérito de la ciencia de las últimas décadas haber comprendido el papel de la gravedad en esta especie de Ecología Cósmica, creando las condiciones adecuadas para poder afirmar: ¡gracias gravedad, por los favores recibidos!

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