20/11/07

Regeneración Celular: ¿Ciencia O Ficción?

La profesora Ellen Herber-Katz y su equipo de investigadores del Instituto Wistar, en Filadelfia, Estados unidos, realizaban un estudio inmunológico con ratones de la variedad identificada con las siglas MRL.
Los científicos habían marcado a los ratones perforándoles un pequeño orificio en la oreja, el típico procedimiento de identificación en los laboratorios. Poco después, ninguno de los ratones que habían sido marcados tenía el orificio.
Al analizar más detalladamente a los animales, observaron que había ocurrido una síntesis de ADN, una proliferación celular y que habían vuelto a crecer tanto el cartílago como nuevos folículos capilares de los ratones.
Los seres humanos somos capaces de renovar constantemente nuestras células epidérmicas y capilares. El proceso de cicatrización actúa constantemente en el organismo cerrando heridas, externa o internas, producidas por cualquier daño. Sin embargo, a diferencia de algunos anfibios, los mamíferos no somos capaces de regenerar un miembro amputado, ni siquiera de regenerar un tejido sin producir una cicatriz.
El descubrimiento accidental que mencionamos abrió una brecha en el estudio del proceso de regeneración celular en mamíferos. A partir de allí, los investigadores hicieron pequeñas heridas en tejidos del corazón y la médula espinal en la misma variedad de ratones y observaron que al cabo de unos días las heridas habían desaparecido sin dejar rastros.
La investigadora cree que uno de los factores que impide la regeneración en la mayoría de los mamíferos es una membrana que se forma cuando el organismo comienza a auto repararse. Cuando los anfibios llevan a cabo la regeneración de un miembro no se forma esta membrana.
Con los ratones estudiados, los científicos observaron que esta membrana se formó inicialmente en las orejas de los animales, pero desapareció poco después y entonces comenzó el crecimiento celular.
"Si logramos agotar el factor celular que provoca el cicatrizado, quizás seremos capaces de estimular la capacidad regenerativa de los mamíferos en general", afirma la profesora Heber-Katz.
Actualmente están trazando el mapa genético del animal para tratar de entender qué combinaciones genéticas están en la base del proceso regenerativo del ratón.
Aunque el camino por recorrer puede ser largo y complejo, la genética parece abrirnos el paso hacia un mundo, hasta ahora sólo concebido por la ciencia ficción, en que el humano pueda reparar sus órganos y miembros sin más ayuda que su propio organismo. ¿Un paso más hacia la inmortalidad?

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